Anclados en Oración

Anclados en Oración

“La oración no sirve para obtener lo que yo quiero de Dios; más bien fue diseñada para que yo pueda entender lo que Dios quiere de mí.” Paráfrasis de Ravi Zacharias

Anclados a la Majestad de Jesús

Anclados a la Majestad de Jesús

“Hubo muchos sacerdotes bajo el sistema antiguo, porque la muerte les impedía continuar con sus funciones; pero dado que Jesús vive para siempre, su sacerdocio dura para siempre. Por eso puede salvar –una vez y para siempre– a los que vienen a Dios por medio de Él, quien vive para siempre, a fin de interceder con Dios a favor de ellos. Él es la clase de sumo sacerdote que necesitamos, porque es santo y no tiene culpa ni mancha de pecado. El ha sido apartado de los pecadores y se le ha dado el lugar de más alto honor en el cielo. A diferencia de los demás sumos sacerdotes, no tiene necesidad de ofrecer sacrificios cada día. Ellos los ofrecían primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo. Sin embargo, Jesús lo hizo una vez y para siempre cuando se ofreció a si mismo como sacrificio por los pecados.”

Anclados al Mensaje de Jesús

Anclados al Mensaje de Jesús

“Hace mucho, mucho tiempo, los profetas comunicaron el mensaje de Dios a nuestros antepasados. Lo hicieron muchas veces y de muchas maneras. Pero ahora, en estos últimos tiempos, Dios nos lo ha comunicado por medio de su Hijo. Porque por medio de Él Dios creó el universo, y lo hizo dueño de todas las cosas. El Hijo de Dios nos muestra el poder y la grandeza de su Padre. El Hijo de Dios es igual en todo a su Padre, y con su gran poder hace que el universo siga existiendo. El Hijo de Dios logró que Dios nos perdonara nuestros pecados, y después subió al cielo para sentarse a la derecha del trono de su Padre.” Hebreos 1: 1-3 (TLA)