La segunda pregunta más importante de la vida

Escrito el 11/04/2019
Iglesia Rey de Gloria


Lección 3

Los libros poéticos


 

Acercamiento al tema:

Quedó claro en la lección anterior que el Salmo 1 es la introducción al resto de los salmos porque el fundamento de la adoración y la alabanza es el reconocimiento de parte del hombre de que hay un sólo Dios Verdadero, Jehová de los Ejércitos revelado en la faz de Jesucristo; y que, por tanto, existen sólo dos caminos en la vida: el de Dios que es el camino de vida, y el del hombre que es el camino de muerte.

Cuando el hombre reconoce eso, y comienza a caminar por el camino de Dios, empieza a adorar y a alabar a Dios. De esta manera, el ser humano contesta la primera y más importante pregunta en la vida: ¿Quién es Dios revelado en Jesucristo?

La segunda pregunta más importante en la vida es, ¿qué es el hombre? Con Darwin muchos creen que se trata solamente de un animal altamente desarrollado.

Otros con Freud creen que es sólo un niño subdesarrollado.

Algunos más quisieran creer con Marx que se trata sólo de una máquina o un factor económico.

Lo que el hombre piensa del hombre es importante, pero definitivamente, lo más importante es lo que Dios cree del hombre.

Aquí en el Salmo 8, David tiene el valor de declarar que el hombre era un rey. Dios lo coronó con honra y gloria.

¿Qué pasa, entonces, por qué no actúa como lo que es, un rey?

¿Por qué se encuentra metido en tanto problema, cuando Dios le dio autoridad y dominio?

La historia de la humanidad nos muestra que el hombre se ha comportado más como esclavo que como rey. Algo está terriblemente mal, y este salmo nos lo declara. A fin de entender el lugar del ser humano en el universo, y cumplirlo, es necesario encontrarse con los “dos reyes'' envueltos en este salmo.

 

Bosquejo Sugerido:

 

El Trasfondo Histórico Del Salmo 8

La mayoría de los estudiosos eruditos de los Salmos, pero especialmente del Salmo 8 concuerdan en afirmar, basados en el contenido del salmo, que este canto fue compuesto por David inmediatamente después de matar al gigante Goliat.

Es fácil, dice Warren Wiersbe, imaginarse al joven David esa noche, después de matar a Goliat, contemplando el cielo y maravillándose de la grandeza de Dios y de la pequeñez del hombre, y al mismo tiempo, de que Dios siendo tan grande, se preocupe de cuidar al hombre. David era un niño en comparación con Goliat, sin embargo, Dios usa al niño para humillar y destruir al gigante enemigo. Notemos que en 1º. Samuel 17:4,16 Goliat es llamado "campeón o paladín" de su pueblo, y que cuando David ofrece enfrentarse a él, Saúl exclama: "...pero tú eres apenas muchacho...," (17:33). Notemos también el paralelismo que existe entre 1º. Samuel 17:44 y Salmo 8:7,8, donde David derrota al enemigo en el Nombre del Dios de los escuadrones de Israel, y donde David exalta (en el Salmo) el Nombre de Dios en toda la tierra.

Lo que tenemos aquí en este Salmo es a David alabando al Señor por la gran victoria que le ha dado: "¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria?". ¿Por qué habría Dios de poner atención a un jovencito pastor de ovejas? Y esta experiencia práctica de David con la inmensidad de Dios, la pequeñez del hombre, y el interés de Dios de acercarse y bendecir la pequeñez humana es el trasfondo del contenido de este bello salmo.

 

 

El Contenido Doctrinal Del Salmo 8

 

El rey Adán: (8:6-8). El salmo nos invita a regresar al momento de la creación para poder entender lo que el hombre es desde la perspectiva de Dios, y en consecuencia, saber lo que el hombre debe hacer.

  • El hombre fue creado por Dios. Es cierto que comparte los mismos elementos naturales que el polvo de la tierra, pero es mucho más que polvo. El hombre es el clímax de la creación de Dios, es en sí la creación especial por lo que el resto de la creación fue creada.

 

  • El hombre fue creado a la imagen de Dios (8:5). La declaración, "...poco menor que los ángeles..." es muy interesante. La palabra hebrea traducida aquí como "ángeles" es "elohim", uno de los títulos dados a Dios en el Antiguo Testamento. Por lo que se podría traducir: "...le has hecho un poco menor que Dios mismo". Esta traducción está en perfecta armonía con la declaración de Génesis, "...creado a la imagen y semejanza de Dios..." que de hecho significa, "muy parecido a Dios". Todo esto implica que el hombre posee la personalidad de Dios: intelecto, emociones y voluntad. Básicamente el hombre es un ser espiritual, cuando muere, su cuerpo desciende al polvo, pero su ser continua viviendo.

 

  • El hombre fue creado para la gloria de Dios (8:1, 9). Cuando David entiende lo especial que es el hombre para Dios, escribe el salmo 8 para dar a Dios la honra y la alabanza (Isaías 43:7).

 

  • El hombre fue creado para ser el gobernador de Dios sobre el resto de la creación. Dios coronó al hombre y le dio dominio sobre la creación. Esto es lo que asombra a David aquí al contemplar el lugar que Dios dio al hombre en el universo. Adán fue hecho el rey de Dios sobre la creación, y su esposa Eva gobernaba a su lado.

 

  • El hombre perdió el trono y su corona. Cuando el hombre decidió desobedecer a Dios y seguir su propio camino, todo terminó. El pecado distorsionó la imagen de Dios en él y le robó la gloria de Dios. Aun cuando el hombre todavía tiene gran poder para someter la creación, cada vez que intenta hacerlo causa infinidad de problemas. El hombre es la combinación paradójica de esclavo y soberano, de victorioso y víctima de la derrota. ¿Hay esperanza para el hombre? Sí, por causa de Cristo hay esperanza.

 

El Rey Jesucristo:

El Salmo 8 se vuelve mesiánico cuando el Espíritu Santo lo aplica a la vida y obra del Señor Jesús en Heb. 2:5-9 y 1ª. Co. 15:47. Aprendimos del rey Adán que Dios nos creó para ser reyes. Ahora aprendemos que Dios el Hijo nos ha redimido para ser reyes.

  • La enseñanza central del Salmo 8 en hebreos y en 1ª. Corintios 15 es el hecho de que Jesucristo ha rescatado todo lo que Adán perdió cuando cayó de la gracia de Dios por su pecado.

 

  • Cristo ha sido exaltado por encima de los cielos, y así ha glorificado el Nombre de Dios (Heb. 1:1 -3). La gloria de Dios no está ya en la tienda del Tabernáculo, ni en el templo. Se encuentra ahora en Cristo y en el corazón de cada creyente.

 

  • En Génesis Dios asigna poder y dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y los animales sobre la tierra. Pero cuando Adán pecó, también perdió el dominio. Romanos 5 nos recuerda que hubo cambio de reyes. Ahora reinó la muerte y el pecado, y Adán se convirtió en esclavo.

 

  • Cuando el Señor Jesús vino a la tierra, ejerció todo el dominio que Adán había perdido. Cristo poseía dominio sobre los peces, sobre las aves, sobre los animales del campo, y sobre las fuerzas de la naturaleza.

 

  • El Señor Jesús murió en la cruz para hacernos libres del poder del pecado de Adán. Por el pecado de Adán, la muerte y el pecado reinaron; pero por la justicia del postrer Adán, esto es, Cristo, la gracia de Dios reina en el corazón de todo aquel que cree (Romanos 5),

 

  • A través de Jesucristo reinamos como reyes y sacerdotes. El sacrificio de Cristo en la cruz no solo nos regresa al lugar que teníamos antes de que Adán pecara, sino ahora nos hace compartir con Él su naturaleza y su herencia (Romanos 5:9- 21).

 

El Salmo 8 nos desafía a asumir nuestra postura e identidad. Fuimos creados a la imagen de Dios, y para su gloria. En Jesucristo hemos rescatado nuestro dominio, y mucho más. A través del poder del Espíritu Santo recibimos la autoridad que necesitamos para derrotar a los enemigos de Dios que se oponen a nuestro vivir para la gloria de Dios. ¿Qué es, entonces, el hombre? Lo que él crea ser. Si le cree al diablo, entonces es un esclavo. Si le cree a Dios y vive para Él, entonces es rey y sacerdote.

 

¿Qué eres tú?