Introducción al Tema:

     Como quedó claro en la lección 15, la alabanza de Israel registrada en los Salmos nos presenta un cuadro completo de lo que sería la vida, enseñanza y ministerio de nuestro Señor Jesucristo. Esto es indicación de que la vida de Israel giraba alrededor de la esperanza mesiánica. Es decir, Israel cultivaba la tierra, criaba ganado, hacía política, construía ciudades, y adoraba a  Dios pensando siempre en aquel Día glorioso cuando Jehová Dios cumpliría su promesa de enviar a la tierra al Rey de Reyes que gobernaría a Israel para siempre y haría a Israel canal de bendición a todas las naciones de la tierra. Esa esperanza Israel la meditaba, la enseñaba a los hijos, la reflexionaba y la especulaba, y por supuesto, la cantaba en todas sus asambleas y cultos.

Encontramos en el Salterio cuando menos 22 grandes profecías proclamadas en canto más de 800 años antes del evento que predicen, y cada una de ellas se cumplió con una exactitud que nos debe llevar de rodillas ante la presencia de Dios para darle gracias por la gloria de la exactitud de su revelación. Exactitud que a su vez nos da testimonio de la autenticidad de la inspiración divina de los Salmos, y del resto de las Sagradas Escrituras. Gocémonos al contemplar la belleza de nuestro Señor Jesucristo anunciada cientos años antes en el himnario judío, y adoremos al Señor Dios Todopoderoso por la divinidad de la inspiración de Su Palabra que nos ha entregado para guiarnos diariamente en nuestro camino de aquí al cielo. ¡Gracias, Señor!