Lección 3
El ministerio de Sanidad del Señor Jesús
Pasaje Sinóptico Básico: Mt. 8:14-17; Mr.1:29-34 y Lc.4:38-41
Introducción a la lección:
Desde el mero principio y a lo largo de todo el récord sinóptico, Dios deja claramente establecido que la posesión demoniaca y la enfermedad física son dos cosas diferentes. Que la enfermedad física no es posesión demoniaca y que la posesión demoniaca no es enfermedad física. Esto lo deja claro el Espíritu al registrar, en todos estos pasajes, la enfermedad y la posesión demoniaca como dos cosas separadas y diferentes. Además, el Espíritu enfatiza la forma diferente como se dirigen al Señor tanto un endemoniado como un enfermo. El endemoniado manifiesta el conocimiento superior que de Cristo poseen los demonios y se dirige a Él como:
"El Santo de Dios", "El Hijo de Dios" y "El Hijo del Dios Altísimo".
Mientras que el enfermo se dirige a Él como "Señor", "Maestro" e "Hijo de David". Quedando así reflejada la diferencia entre la enfermedad y la posesión demoniaca.
El diablo sabe exactamente quien es Jesús mientras que el hombre común de la calle que se acerca a Jesús para que lo sane todavía no sabe exactamente quién es este hombre maravilloso que viene de Nazaret.
Así que, iniciamos el estudio de este caso con el corazón abierto a lo que el Espíritu de Dios quiere enseñarnos por medio de este milagro.
La Lección:
1. ¿Qué nos enseña el Espíritu al mencionar la sanidad de la suegra de Pedro inmediatamente después de la experiencia en la sinagoga?
El Espíritu pone, tanto la liberación demoniaca como la sanidad física en el contexto de la enseñanza o proclamación del evangelio.
La sanidad divina es parte esencial de la vivencia y predicación del evangelio.
2. Al leer en estos pasajes de la gran diversidad de enfermedades que el Señor sana, surge inevitablemente la pregunta, ¿por qué se enferma el hombre?
- La enfermedad se origina en la caída o desobediencia original del hombre (en Adán). El pecado separa al hombre de Dios y lo torna vulnerable al producto de sus propios errores. Por causa del pecado del hombre la tierra es maldecida y comienza a generar elementos nocivos que al encontrarse con el hombre que ha dejado de ser perfecto en su constitución física, lo afectan.
- Podríamos decir que la enfermedad es resultado indirecto "del pecado" del hombre (su naturaleza caída heredada de Adán) pero no es la consecuencia directa de "sus pecados" (los actos personales y específicos de desobediencia a Dios). Así entonces la enfermedad tiene su origen último en satanás y no en Dios.
- Sin embargo, el hecho de que a través de la historia de la relación del hombre con Dios, Dios ha sanado y sana a muchos, pero no ha sanado y no sana a todos los enfermos prueba que en su soberanía Dios puede usar la enfermedad para su gloria.
3. La otra pregunta inevitable es ¿por qué sana Cristo las enfermedades físicas?
- Según nuestros pasajes, como una demostración de que la misión de Cristo en la tierra es destruir las obras del diablo.
- Como un acto simbólico y representativo de la redención total y final que se consumara en nosotros "El día de Jesucristo".
4. ¿Qué significado tiene el hecho de que en nuestro caso Cristo sana poniendo su mano sobre el enfermo, pero en otras ocasiones lo hizo a larga distancia?
La genuina sanidad cristiana se realiza sobre la base de la autoridad y poder que Dios tiene sobre la enfermedad y no depende de "fórmulas" o "encantamientos" o "conjuraciones" como se caracteriza la sanidad que no tiene su origen en Dios.
Por lo que Cristo usa una gran variedad de formas de sanar, sin que el poder esté en la forma sino en El.
5. ¿A qué conclusión nos lleva el hecho de que en esta ocasión, tanto en el caso de la suegra de Pedro como en el de los enfermos traídos al ponerse el sol, Cristo responde a la fe de los que interceden, mientras que la fe de los enfermos permanece pasiva?
6. ¿Qué Nos Dicen De Jesús Las Formas Diferentes Que Usan Los Evangelistas Para Describir Su Acción Sobre Todos Los Enfermos Que Le Trajeron Al Ponerse El Sol?
- Marcos nos dice "...y sanó a muchos..."
- Mateo nos declara "...y los sanó a todos..."
- Mientras que Lucas afirma "...poniendo su mano sobre cada uno de ellos, los sanaba..."
En mi opinión Marcos reporta el gran impacto que en toda la comunidad tenía el ministerio y vida de Jesús. Mateo habla de la gran compasión de Cristo y Lucas del interés personal que el Señor tenía en cada enfermo.