¿Cuánto estás dispuesto a pagar?


Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí. 

Juan 14: 6 (NTV)

Hay muchos, en nuestros días, que siempre están en busca de objetos raros, preciosos, o únicos; algo que nadie más tiene, o al menos, que sea algo que está disponible en una cantidad muy limitada. 

Estos individuos buscan arriba y abajo, y viajan grandes distancias para obtener dichos objetos. Van de ciudad en ciudad, de estado en estado, e incluso de un país a otro, para encontrar esa piedra preciosa y extraña, esa escultura, esa pintura, u otro artefacto para añadir a su colección. En estas instancias, muy a menudo, el dinero no es una limitante; en otras palabras, ningún precio es demasiado elevado. 

Esto se puede ver en las subastas, a través de los diversos sitios en internet, cuando los individuos ofrecen enormes sumas de dinero como si estuvieran dispuestos a dar pagos exorbitantes por artículos que parecen insignificantes. 

Para dar un ejemplo, los siguientes son artículos que han estado disponibles para comprar y vender a través de sitios de internet muy populares: Un anillo con un zafiro azul vendido por $2,499,980 pesos; una colección de carros de juguete de Hot Wheels vendida por un millón de dólares; un sándwich de queso empacado que aparenta tener el rostro de la virgen María fue vendido por $560,000 pesos; y algunos incluso intentan vender el significado de la vida por internet. 

¿Puedes imaginarte eso? Por un precio establecido el comprador es guiado a creer que él o ella pueden recibir las respuestas a cualquier pregunta imaginable en la vida; ¡No!

Lo anterior solo nos demuestra que la gente está dispuesta a pagar ridículas cantidades de dinero por cosas insignificantes, o en el mejor de los casos, cosas que no van a durar para siempre. 

El rey Salomón, en el libro de proverbios, nos da algunos “secretos interiores al alma” de lo que realmente deberíamos comprar y de lo que realmente es valioso. “Compra la verdad, y no la vendas; La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia.” (Proverbios 23: 23). La verdad es la que nos da el acceso hacia la sabiduría, la cuál, a su vez, nos permitirá tomar las decisiones correctas en la vida. 

Nosotros obtenemos esta verdad a través de una relación personal e intima con Cristo Jesús, quien es “el camino, la verdad, y la vida.” (Juan 14:6), Él también es la Palabra Viva (Juan 1:14)

Puntos sugeridos para orar: 

Pidámosle a Dios que conduzca nuestra voluntad, y nuestro corazón, hacia una nueva etapa de comunión íntima con Cristo Jesús, porque solo Él es el camino, la verdad, y la vida.   

Pidamos al Espíritu Santo que nos transforme hasta llegar a ser una comunidad, una iglesia local, que tenga hambre por conocer más la verdad de Dios, y su palabra, por medio de un apego más fuerte hacia los estudios en la iglesia local. Y que nunca estemos dispuestos a dejar el aprendizaje de su verdad por nada; ni por una distracción, ni por ningún bien material. 

Que todos los necesitados en esta iglesia puedan encontrar todo lo que necesitan por medio de una comunión verdadera con Jesucristo, quien es el camino, la verdad, y la vida. Oremos por los enfermos; por los que no tienen empleo; por los deprimidos; y por los oprimidos por algún pecado o situación estresante. Que Jesús los guíe hacia la morada de Dios, y ahí vean la victoria que necesitan.