Anclados al Mensaje de Jesús



“Hace mucho, mucho tiempo, los profetas comunicaron el mensaje de Dios a nuestros antepasados. Lo hicieron muchas veces y de muchas maneras. Pero ahora, en estos últimos tiempos, Dios nos lo ha comunicado por medio de su Hijo. Porque por medio de Él Dios creó el universo, y lo hizo dueño de todas las cosas. El Hijo de Dios nos muestra el poder y la grandeza de su Padre. El Hijo de Dios es igual en todo a su Padre, y con su gran poder hace que el universo siga existiendo. El Hijo de Dios logró que Dios nos perdonara nuestros pecados, y después subió al cielo para sentarse a la derecha del trono de su Padre.”    Hebreos 1: 1-3 (TLA)

 

“Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él, (Jesús), estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Entonces temieron con gran temor, y se decían uno al otro: ¿Quién es este, que aún el viento y el mar le obedecen? Marcos 4: 37-41

 

En medio de la tormenta, Jesús sigue estando junto a ti en la barca. Si hay algo seguro durante los tiempos de prueba,  es la voz de Jesús que te dice: “No estás solo, Yo estoy contigo en la barca.”

Creo que los discípulos de Jesús, por unos momentos, se sintieron solos en medio de la tormenta. Le preguntaron a Jesús: “Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?” Y honestamente, pienso que durante las horas más difíciles de la vida llegamos a pensar y a sentir que verdaderamente nadie nos puede ayudar; Que estamos solos en la lucha, sin muchos recursos; Que nadie puede entender la forma en la que nos sentimos. Sin embargo, Dios nos invita a escuchar el mensaje más importante de todos; por medio de su Hijo Jesucristo, Dios nos dice: “No estás solo, Jesús está a tu lado.”

 

Pero ¿De que nos sirve saber que Jesús está a nuestro lado? En forma práctica ¿En que nos ayuda escuchar este mensaje? Pues eso depende de lo que implique  para ti conocer en forma personal a Jesús. Pero aquella tarde, mientras la barca de los discípulos se hundía, ellos descubrieron el poder, la autoridad, y la fe de aquel a quien llamaban “maestro”. Jesús se levantó, reprendió al viento, y dijo al mar: “Calla, enmudece.” Y cesó la tempestad.

 

Cuando afirmamos que Jesús está con nosotros en medio de la tormenta, estamos haciendo más que una simple aceptación de su compañía. Implícitamente, estamos creyendo y confesando muchos aspectos de la personalidad de Jesús, que nos ayudarán para permanecer confiados, para mantenernos firmes en la fe, y para salir fortalecidos de cualquier prueba, por difícil que ésta sea.

Veamos cinco aspectos de la persona de Jesús que son la razón por la cuál, el autor de la epístola a los Hebreos les escribió a sus lectores que, en estos últimos tiempos Dios nos ha comunicado su mensaje a través de su Hijo. Medita a continuación en estos rasgos de la persona de Cristo, y esa es la razón por la cuál el mensaje que Dios tiene para ti en este tiempo de necesidad es el mensaje más importante, y se hace efectivo solamente mediante la comunión que tengas con Cristo:

 

  1. Solo por medio de la voz de Jesús fue formado el universo. Él es su dueño. Él lo sostiene con su voz, y solo Él conoce hasta cuando seguirá existiendo este mundo. Por eso el viento y las olas se aquietaron ante la voz de Jesús; porque reconocieron la voz de su creador y de su dueño. Por eso Jesús tiene la autoridad para calmar cualquier tempestad en tu vida.

 

  1. Solo Jesús reveló a los seres humanos el poder y la grandeza de Dios. En Cristo podemos ver en forma humana todo el poder y la grandeza de nuestro Dios. Por eso cuando las olas se aquietaron, los discípulos tuvieron gran asombro y reverencia ante el poder de Cristo. Dice que unos a otros se preguntaban: ¿Quién es éste, que aún el viento y el mar le obedecen?

 

  1. Solamente Jesús es igual a Dios en todo. Si conocemos en una comunión personal a Cristo, tenemos una comunión directa con Dios como nuestro Padre; nosotros somos sus hijos. El es nuestro Padre amoroso, compasivo, misericordioso, y eterno.

 

  1. Solo Jesús nos puede comprender, nos puede perdonar, nos puede guiar y acompañar con gran misericordia durante nuestras horas de mayor fragilidad y debilidad humana. Por eso Jesús no se enojó con sus discípulos cuando dudaron en la tormenta y pensaban que se iban a morir. Sino que les mostró paciencia, y además los exhortó para que aprendieran a tener fe. Les dijo: “¿Cómo no tenéis fe? Pero no los castigó, sino que calmó la tempestad. Les dio seguridad otra vez, y les demostró que siempre podrían confiar en Él.

 

  1. Solo Jesús es la persona que ahora mismo está sentado a la diestra de Dios intercediendo a tu favor durante este tiempo de tempestad. Puedes acercarte a Él con confianza. No hay ningún problema que abrume o intimide a Jesús. No hay ninguna enfermedad que Él no pueda sanar. No hay aflicción que lo agobie o le tome por sorpresa. Y con esa autoridad intercede por ti todo el tiempo, y todos los días. Él no se cansa ni se duerme.

 

Tal vez no sabes cuánto durará la tormenta. Seguramente no sabes cuando o como terminará. Pero si puedes estar seguro que si anclas tu vida al mensaje de Cristo, Él cumplirá sus buenos propósitos y objetivos para tu vida durante este tiempo de prueba. Y también puedes estar seguro que Él estará a tu lado todo el tiempo cubriéndote con su amor, rodeándote, y guardando tu vida.


 

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