Devocional 4
¿Qué significa adoración?
“¡Jamás podría escaparme de tu Espíritu! ¡Jamás podría huir de tu presencia! Si subo al cielo, allí estás tú; si desciendo a la tumba, allí estás tú. Si cabalgo sobre las alas de la mañana, si habito junto a los océanos más lejanos, aún allí me guiará tu mano y me sostendrá tu fuerza.” Salmo 139: 7-10
“¿Quién puede dar consejos al Espíritu del Señor? ¿Quién sabe lo suficiente para aconsejarlo o instruirlo? ¿Acaso el Señor alguna vez ha necesitado el consejo de alguien? ¿Necesita que se le instruya sobre lo que es bueno? ¿Le enseñó alguien al Señor lo que es correcto, o le mostró la senda de la justicia?”. Isaías 40: 13 y 14
“Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros.” Efesios 3: 20
“Nosotros no adoramos a Dios porque la vida sea buena. Nosotros adoramos a Dios porque EL es bueno.”
Darlene Zschech
Durante los primeros tres devocionales de este plan, hemos planteado lo que significa adoración y porqué debemos adorar a Dios. Es fácil adorar a Dios cuando recibimos amplias bendiciones en nuestras vidas, y cuando Él responde “Si” a todas nuestras peticiones. Obviamente podemos, y debemos, adorar a Dios por estas cosas. Pero, en primer lugar, y por encima de todo, nosotros adoraremos a Dios por quién es Él.
¿Sabías tú que Dios es omnipresente, omnisciente, y omnipotente? ¿Qué significan verdaderamente estas grandiosas palabras “omni”? Bueno, “omni” es una palabra que viene del latín que significa “todo”. Y aunque estas palabras se mencionan poco literalmente en la Biblia, si describen e identifican la verdad acerca del Dios delante del cuál nos reunimos. Vamos a sumergirnos un poco mas profundo en cada uno de estos atributos de Dios.
Omnipresente.
Dios es “todo” presente. Él está en todo lugar, todo el tiempo, cercano a todos y a todo. Él llena todo el cielo y toda la tierra. A menudo, como seguidores de Cristo, es posible que oremos: “Dios, por favor que tu presencia vaya conmigo en este día”. Aunque esta petición demuestra nuestra necesidad de su presencia, es una oración realmente innecesaria. Él ya está aquí, y allá, y donde quiera que vamos, y por todo lugar, todo el tiempo. Nuestra petición debiera ser esta: “Dios, por favor ayúdame para que yo pueda estar consciente de tu presencia”.
Omnisciente.
Dios lo sabe “todo”. En lo que respecta al conocimiento, para Dios no existe un límite. Literalmente. No hay un solo segundo que se le pase por alto a Dios en el cuál Él no esté alerta de todo. No hay absolutamente nada que Dios deba aprender o que tenga que reflexionar en ello. Él jamás se verá sorprendido por nada, nunca. Él simplemente ya lo sabe. Es una verdad impactante, ¿No crees? Pero ¿No es muy reconfortante saber que Dios conoce nuestras necesidades incluso antes de que le pidamos algo?
Omnipotente.
Dios es “todo” poderoso. Todo el poder le pertenece a Dios. Él lo posee todo. Él puede hacer cualquier cosa y todas las cosas. Él jamás se encuentra angustiado o preocupado. Su fuerza jamás disminuye, y Él jamás toma una siesta. Es muy probable que nosotros veamos situaciones imposibles ante nuestros ojos, pero con Dios, todas las cosas son posibles.
Es verdaderamente fenomenal incluso comprender tan solo una porción de quién es Él. Que tan grande es su poder. Aquí es donde adorar a Dios por “quién es Él” se debe convertir en una tarea muy fácil. Cuando nosotros no podemos entender algo, simplemente lo adoramos.
Lee los siguientes pasajes en tu Biblia: Isaías 40: 12 – 31; Salmo 139 (completo); Mateo 19: 25 y 26; y 1ª Crónicas 16: 23-31.
Reflexiona:
· Lee también el Salmo 145, y decláralo al Señor mientras lo lees.
· De las tres palabras con el prefijo “Omni”, ¿Cuál es la que más te impresiona? Pasa unos minutos reflexionando en ese atributo de Dios, y adórale, y dale gracias por quién es Él.
· Escribe cualquier revelación o reflexión que consideres importante del devocional de hoy.