¿Por qué Debemos Adorar a Dios?



“Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amen” Romanos 11:36

“Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tu creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.” Apocalipsis 4: 8-11

Devocional 2

¿Qué significa adorar a Dios?


¿No es un alivio adorar a un Dios al cuál no podemos exagerar?

Francis Chan

 

La razón por la cual adoramos a Dios es debido a que Él es Digno de ser adorado.  Él es Digno de nuestra adoración, cada segundo de cada día. Todo lo que respira y tiene vida fue creado para adorar a Dios.

En un día cualquiera, frecuentemente dirigimos nuestra adoración hacia algo o hacia alguien que no ha hecho nada para merecer adoración. Solo Dios es Digno de recibir la gloria, el honor y el poder, porque Él es el creador de universo (leer Apocalipsis 4). Deberíamos considerar a Dios en una estima tan alta que lo adoremos y lo apreciemos a Él por encima y antes que todo lo demás. Pero para que seamos capaces verdaderamente de adorar a Dios, debemos conocerlo, y por lo menos debemos iniciar una búsqueda de por vida para conocerlo de verdad. La palabra de Dios, la Biblia, se encuentra llena de información acerca del Dios al cuál servimos. Los Salmos en el antiguo testamento están impregnados con verdades acerca de Él, su carácter, y sus caminos. Aquí está solamente un destello de quién es Dios según muchos de los Salmos:

El es nuestro Padre, nuestro Dios, nuestra Roca, y nuestro Salvador. Él es nuestro Sol y nuestro Escudo. Él es Poderoso, y establecido para siempre como la luna. Él fundó la tierra, Él creó el norte y el sur, y Él gobierna sobre mares tempestuosos. Nuestro Dios se envuelve en majestad y se arma con fortaleza, y Él se exalta sobre todas las naciones. Él moldeó el oído y formo el ojo, y Él determina el número de estrellas y llama a cada una por su nombre. Él no nos trata conforme a nuestros pecados, ni nos retribuye de acuerdo a nuestras iniquidades. Él es compasivo, Él nunca se adormece, y es el Gran Dios, mucho más grande que todos los diminutos llamados “dioses”.

Así es nuestro Dios, y Él es por siempre Digno de nuestra reverencia, adoración y devoción. Su carácter es profundo. Sus acciones son notables. Su soberanía sobre el universo es insondable.

Como seguidores de Cristo, vamos a dedicar nuestras vidas para adorar al único que es Digno de recibir adoración. Por los siguientes días, nos enfocaremos en cinco diferentes formas en las que podemos ofrecer adoración a Dios:

1.       Lo adoramos por medio de la música.

2.       Lo adoramos demostrándole afecto y amor.

3.       Lo adoramos al servir a su iglesia.

4.       Lo adoramos confiando en su corazón.

5.       Lo adoramos rindiendo nuestra voluntad a Él.

La anterior no es una lista definitiva; es solamente un trampolín para ayudarnos para aprender a llevar una vida de adoración.

Reflexiona:

·       Lee el Salmo 98 y decláralo al Señor mientras lees.

·       Enlista 3 rasgos del carácter de Dios que encuentres en el Salmo 98 (O de cualquier otro Salmo), y adórale por esos atributos.

·       Escribe cualquier revelación que Dios te hable durante este tiempo devocional.