Paciencia, Benignidad, y Bondad



“Quédate quieto en la presencia del Señor, y espera con paciencia a que Él actúe. No te inquietes por la gente mala que prospera, ni te preocupes por sus perversas maquinaciones.”  Salmos 37: 7

 

“Tu bondad te recompensará, pero tu crueldad te destruirá.”    Proverbios 11: 17

 

“Si ustedes son sabios y entienden los caminos de Dios, demuéstrenlo viviendo una vida honesta y haciendo buenas acciones con la humildad que proviene de la sabiduría.”  Santiago 3: 13

 

“Paciencia es esperar sin quejarse.” -   (Robin Meadows)

 

 

Paciencia es exhibir calma durante la dificultad de las situaciones mas estresantes. Es demostrar empatía hacia otros aún cuando no hacen las cosas según el estándar que se espera. La paciencia se produce cuando apoyamos a otras personas durante ese proceso de crecimiento durante la jornada de su vida, sin desesperarnos y sin desalentar a otros. La paciencia no es sentirnos descontentos con facilidad cuando un retraso ocurre. Las personas pacientes no se molestan con facilidad, no se agitan, y no se muestran intolerantes ante cualquier situación.

 

Benignidad es ser genuinamente “buena persona” hacia todos los seres humanos. Esta cualidad asume que todas las demás personas merecen recibir bondad o buen trato sin importar sus diferencias, sus puntos de vista, o su cultura. La benignidad celebra a otras personas y les sirve cuando hay alguna necesidad. Siempre está buscando el bienestar de otros y muestra compasión cuando se necesita. Asiste a los demás, muestra cortesía y benevolencia hacia cualquier persona. Las personas benignas no se comportan con animosidad, animadversión, o envidia hacia los demás.

 

Bondad es desear verdaderamente ayudar a otros. La bondad no se acerca, ni retiene el pecado. La bondad hace lo que es correcto y desafía a otros para hacer lo mismo, aunque las conversaciones sea incomodas. Es decente, honesta, moral, honorable, virtuosa, y llena de integridad. La gente buena no solo hace lo que es correcto; sino que hacen las cosas en forma correcta, como deben hacerse.

Reflexión:

 

  • ¿Alguna de estas descripciones (o parte de ellas) de la paciencia, la benignidad, y la bondad te animan o te desafían para ser lleno del Fruto de Espíritu?  

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