Amor, Gozo, y Paz



“Por lo tanto, permitir que la naturaleza pecaminosa les controle la mente lleva a la muerte. Pero permitir que el Espíritu les controle la mente lleva a la vida y a la paz.”  Romanos 8:6

 

“El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.”    1ª Corintios 13: 4-7

 

“Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡Alégrense!” Filipenses 4:4

 

“La vida con Dios no es inmunidad contra las dificultades, pero si es Paz en las dificultades.” -   (C.S. Lewis)

 

 

Durante las tres próximas partes de este plan devocional vamos a sumergirnos en cada uno de los nueve aspectos que conforman el Fruto del Espíritu. Hoy, nos enfocaremos en el Amor, el Gozo, y la Paz.

 

Amor es la dádiva mas desinteresada, y el amor devoto por Dios y por otros. Es una manifestación activa que nos empuja para poner las necesidades de otros por encima de las nuestras. El amor honra a los demás y celebra la verdad sin importar lo difícil que sea escucharla. Es renunciar a uno mismo aún cuando no tenemos ganas de hacerlo. El amor no permite que los sentimientos determinen sus elecciones. El amor es esperanzador, perseverante, y confiable. Las personas que viven en amor mantienen lejos de ellos el odio, la apatía, y la auto conservación.

 

Gozo es el profundo y perdurable estado de nuestra alma que ninguna circunstancia, evento, o humano pueden apartar de nosotros. Es deleitarse en Dios y elegir regocijarse en todas las cosas. Ya que nuestras circunstancias no nos gobiernan, los cambios de humor son inexistentes.  Esto no significa que siempre estaremos de buen humor pero si podemos permanecer en un lugar de contentamiento inexplicable. Las personas gozosas no permiten que la miseria, la tristeza, o la decepción gobiernen por completo sus pensamientos o que guíen sus acciones.

 

Paz es un profundo pozo de confianza en que Dios es Él que Es y que Él hará lo que ha dicho que hará. La paz surge de descansar en las promesas de Dios. Es escoger trabajar con otros por una meta en común en vez de insistir en nuestra manera de hacer las cosas. La paz a menudo es inexplicable e incomprensible, pero nosotros sabemos cuando la tenemos y sabemos cuando no la tenemos. La gente de Paz no buscan la guerra con sus palabras o con sus acciones porque saben que pelear no produce ningún alivio verdadero ante ninguna situación. 

 

Reflexión:

 

  • ¿Alguna de estas descripciones (o parte de ellas) del amor, del gozo, o de la paz te animan o te desafían para ser lleno del Fruto de Espíritu?  

 


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