El fruto y los dones



“En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!”  Gálatas 5: 22 y 23

 

“Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo. ese proceso continuará hasta que todos alcancemos tal unidad en nuestra fe y conocimiento del Hijo de Dios que seamos maduros en el Señor, es decir, hasta que lleguemos a la plena y completa medida de Cristo.”    Efesios 4. 11-13

 

“Dios, de su gran variedad de dones espirituales, les ha dado un don a cada uno de ustedes. Úsenlos bien para servirse los unos a los otros.” 1ª Pedro 4:10

 

“Si la luz que está sobre ti es mas brillante que la luz que está dentro de ti, la luz que está sobre ti te destruirá.” -   (Christine Caine)

 

 

El Fruto de nueve partes que está enlistado en Gálatas 5 no debe confundirse con los dones espirituales que se mencionan en la Biblia.  Dones como Liderazgo, Sabiduría, Pastor, Animar a otros, Conocimiento y Profecía son dados por el Espíritu Santo con el propósito de edificar a los creyentes. El Fruto, sin embargo, es producido por el Espíritu Santo y es desarrollado y desplegado en nosotros cuando nos rendimos y somos el resultado de vivir en el Espíritu de Dios.

 

Si deseamos conocer cuánto o cómo hemos crecido como seguidores de Cristo, no debemos enfocarnos en cuántos dones espirituales tenemos, o en que tan bien utilizamos los dones que Dios nos ha dado. No; sino que es la evidencia del Fruto del Espíritu en nuestras vidas lo que va a demostrar o a revelar nuestra madurez espiritual. No significa que nuestros dones no sean valiosos o vitales, porque si que lo son. Simplemente significa que es posible que estemos operando o funcionando en nuestros dones espirituales al mismo tiempo que vivimos gratificando nuestra carne debido a que los dones espirituales están más allá o por encima de nosotros mismos.  Exhibir el Fruto del Espíritu es la manifestación de una vida transformada por el poder de Dios.

 

No es poco común ver a hombres y mujeres que operan en los dones espirituales pero inmediatamente después actúan en un modo pecaminoso. ¿Por qué? Porque Dios puede usar a cualquier persona que Él quiera usar, cuando Él quiera, y como Él quiera.  Tal vez en alguna ocasión has visto a alguien predicar el sermón más poderoso en alguna iglesia o en una conferencia y pocos minutos después has visto a la misma persona escupir odio hacia otros. O tal vez alguna persona puede dar generosamente de su tiempo para impactar la vida de aquellos que son menos afortunados pero inmediatamente después se da la media vuelta y se convierte en alguien increíblemente impaciente y grosero con sus propios hijos. Lo contrario también es cierto.

 

Pero hay personas por todo el mundo que viven continuamente demostrando el Fruto del Espíritu en sus vidas diarias. Tal vez sirven a otros detrás del escenario, visitan a alguien en el hospital, u ofrecen su tiempo para simplemente ser amigos de alguien que está necesitado. Su contribución para edificar la vida de los creyentes quizá no sea tan deslumbrante, pero su carácter es profundo porque han elegido negarse a su propia carne y en vez de eso han decidido caminar en el Fruto del Espíritu.

 

Los dones reciben mucha más atención y elogios que el silencioso, casi escondido Fruto del Espíritu. Aún más, realmente no se necesita un tremendo esfuerzo operar en nuestros dones. El Fruto, en el lado opuesto, involucra la difícil tarea de morir a nosotros mismos cada día. El Fruto quizás no grita por atención, pero ten por seguro, siempre sabemos cuando el Fruto está presente en nuestras vidas y cuando no lo está.

 

Reflexión:

 

  • ¿Has experimentado que muchas veces es más fácil para ti demostrar tus dones espirituales que caminar en el Fruto del Espíritu?
  • Ora al Señor pidiéndole que te guíe para que puedas demostrar en tu vida el Fruto del Espíritu Santo, porque esta es la vida que agrada todos los días al Padre.  

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