El fruto de 9 partes



“Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mas el Fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”   Gálatas 5: 17-23

 

 

“La evolución del carácter de Cristo en nosotros, siendo desarrollado por medio del combustible del Espíritu Santo es algo liberador, porque nos acerca más para ser las personas que Dios diseñó que fuéramos; las personas que nuestros corazones renovados por el Espíritu quieren que seamos.” -   (Tim Keller)

 

 

El fruto del Espíritu se encuentra enlistado en Gálatas 5 –Amor, Gozo, Paz, Paciencia, Benignidad, Bondad, Fe, Mansedumbre, Templanza– Estas nueve cualidades conforman el Fruto. No son nueve frutos diferentes, es un solo fruto conformado de nueve partes. El Fruto es como una naranja, y dentro de la naranja, encontramos varios gajos. Así, imagina que cada gajo de la naranja es uno de los aspectos del Fruto del Espíritu.

 

La palabra griega original que se traduce como “Fruto” en Gálatas 5 es “Karpos”, y una de las definiciones de “Karpos” significa “el resultado de algo”. Cuando el Fruto del Espíritu es desplegado en nuestras vidas , es una evidencia, o el resultado, de que estamos siendo guiados por el Espíritu de Dios. Así como las ramas de una vid necesitan estar conectadas al jugo o al vino de la vid con el fin de producir uvas, el Fruto del Espíritu es la evidencia de permanecer conectados a Cristo.

 

¿Por qué razón el Fruto del Espíritu es mencionado en esta parte de la Gálatas? Se debe a los cincos versículos que preceden al versículo que menciona el Fruto del Espíritu. Estos versos mencionan actos pecaminosos que incluyen inmoralidad sexual, impureza, idolatría, odio, celos, ataques de rabia, ambiciones egoístas, y borracheras. Verás, tenemos esta parte en nosotros llamada “carne”, y se trata completamente de los deseos humanos. Nuestra carne quiere cosas que evitan que el Espíritu Santo de Dios nos guíe por completo. De hecho, Gálatas 5:17 dice, “ Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.”

En palabras finales: puedes ser guiado por la carne, o puedes ser guiado por el Espíritu de Dios, pero No puedes ser guiado por ambos; los dos están en conflicto constante.

 

Probablemente la parte más hermosa del pasaje se encuentra en el verso 23, donde se nos dice que “no hay ley contra tales cosas”. De hecho, sería verdad decir que podemos exhibir el Fruto del Espíritu sin ningún límite o restricción. Nunca podemos decir que estamos demostrando excesivamente: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, y dominio propio. Ahora, esa es una meta que tenemos que perseguir.

 

Con cada día de este plan, abordaremos con mayor detalle cada una de las nueve partes del Fruto del Espíritu, distinguiéndolas de los dones espirituales, y aprendiendo como vivir plenamente por el Espíritu de Dios. Mientras crecemos en nuestro entendimiento, reconoceremos como el Fruto se manifiesta en nuestra vida y en la vida de otros también.

Reflexión:

  • ¿Has sentido la guerra entre tu carne y el Espíritu? ¿En que áreas de tu vida es mas palpable esta batalla?

¿Conoces a alguien que necesite saber esto? Comparte y lleva el mensaje de salvación a otra persona


¿Te gustaría recibir más reflexiones, devocionales, predicaciones y estudios bíblicos? ¡Suscríbete a nuestro newsletter y recibe contenido virtual gratis!   

¡Quiero suscribirme!