El camino



Devocional 1

Especial de Semana Santa


Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra. Zacarias 9:9-10

¿Alguna vez en tu vida has estado en una situación, en dónde sabes que si sigues por ese camino va a ser un momento significativo?

Tal vez pudo ser tu primer día de universidad o a una entrevista para el trabajo de tus sueños. O tal vez ibas en el carro de camino a tu boda o acelerando al hospital para el nacimiento de tu hijo.

Indescutiblemente, estos paseos son diferentes a los viajes  habituales para comprar la despensa. En los momentos donde sabes que va a pasar algo significativo en tu vida, tu corazón está acelerado a medida que tu mente te imagina en todos los escenarios posibles.

Ahora, imagínate cómo se debe haber sentido Jesús mientras viajaba por el camino a punto de entrar en Jerusalén, sabiendo que este camino terminaría finalmente en su muerte. Jesús sabía que lo iban a traicionar, encarcelar, torturar y matar, pero también sabía que:

"ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado" (Juan 12:23 NVI).

Jesús estaba en una misión para derribar la gran división entre Dios y el hombre (2 Corintios 5:18), para dejar impotente al pecado (Romanos 6: 6), para vencer a la muerte (1 Corintios 15:55), y para libéranos (Gálatas 5: 1).

Nada iba a impedirle que cumpliera su misión de rescatar a la humanidad.


En Hechos 9, leemos acerca de un fariseo que también viajaba en un camino para completar una misión. Y al igual que Jesús, este hombre creía que estaba cumpliendo la obra de Dios. Pero a diferencia de Jesús, no tenía idea de a dónde lo llevaría este camino. Su nombre era Saulo de Tarso, un hombre conocido por perseguir a los creyentes, por "respirar amenazas y asesinar contra los discípulos del Señor" (Hechos 9: 1 NVI). ¿Su misión? Arrestar a los seguidores de Cristo y llevarlos a Jerusalén para el juicio (9: 2), lo que esencialmente garantiza que serían apedreados a menos que negaran su fe.


¡Pero en este camino, Saulo se encontró cara a cara con Jesús, el mismo cuyos seguidores Saulo estaban persiguiendo! Y en medio de su encuentro, el fariseo, que sin duda se sintió humilde al ver la Luz del mundo, recibió un nuevo nombre - Pablo, que significa humilde - y una nueva misión.


¿En qué camino estás hoy? ¿Dónde te ha llevado tu viaje?

A veces, la vida nos lleva por un camino oscuro, y un día nos despertamos preguntándonos cómo hemos llegado hasta aquí. Pero la buena noticia es que Jesús viajó por el camino que nunca pudimos y "por el gozo que se puso ante Él soportó la cruz" (Hebreos 12: 2 NVI). Y debido a esto, no importa en qué camino nos encontremos o dónde nos haya dejado nuestro viaje, ¡Jesús estará allí para encontrarnos y alumbrar Su luz sobre nosotros!