Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. (Salmo 19:10)
Como hijos de Dios, que después de haber reflexionado en la importancia de mantenerse en el primer amor, podemos encontrar en este Salmo del rey David una de las joyas más hermosas de su literatura, esta se refiere al deseo de tener los mandamientos en el centro de nuestro corazón. Cuando el salmista compuso esta canción para Dios tenía en mente la delicia que existe en apreciar verdaderamente su Palabra. Él vivía gobernado por los mandamientos de Dios, lo cual implica que dominaban sobre su corazón.
Lo Importante que es mantener el gozo en la presencia de Dios
Parece ser que lo que David compone en este salmo tiene que ver con nuestro deber de mantener el gozo de vivir en comunión con Cristo, no debemos distraernos con los afanes de la vida ni la tristeza ni los sentimientos adversos. Hagamos lo que cuenta, deleitarnos en la grandeza del Señor y no olvidemos que el Espíritu Santo hará que olvidemos los sentimientos que pretenden dominar nuestras vidas; seamos pacientes en medio de la prueba, Dios la convertirá en bendición para nosotros, levantemos la cabeza y lleguemos a ser lo que Cristo quiere que seamos:
“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:37).
¿Es Dios la fuente de nuestro gozo? Yo les diría; por más oscuro que sea el panorama, nunca estamos completamente solos, su Palabra siempre nos conduce al gozo.
David divide este salmo en dos partes fundamentales; una alabanza a Dios por su grandeza y otra por sus mandamientos tan preciados en su vida.
Debemos gozarnos en la belleza de sus Mandamientos:
“La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma”.
Esto quiere decir que la completa volviéndonos al arrepentimiento como dijera David;
"Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Sal. 51:10)
“El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo”
Si nosotros nos gozamos en sus mandamientos y la fidelidad de Dios, este testimonio nos hace sabios y sencillos, los sencillos son aquellos que abren el corazón y la mente de para en par para recibir el mandamiento con gozo.
“Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón"
La rectitud de los mandamientos trae alegría a nuestros corazones afligidos.
“El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos”.
Cuando caminos a la luz de la Palabra del Señor, entonces somos la luz del mundo
“La lámpara de cuerpo es el ojo, así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz” (Mt. 6:22)
“El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre”.
Temer a Dios es considerar nuestro respeto a su palabra, se trata de un temor reverencial porque Israel lo había escuchado con voces de trueno en el monte Horeb, ahora, nosotros hemos escuchado la voz del Espíritu Santo llamando a nuestra vida, si tememos el mantendrá nuestra vida limpia.
"Los juicios de Jehová son verdad, todos justos”.
Así debemos entender el juicio de Dios sobre las naciones y aun temer a sus juicios reconociendo que él es justo y nosotros no, David así pensaba:
Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio. (Sal. 51:4)
Esa es la razón por la que debemos amar a Dios sobre todas las cosas, de esa manera los mandamientos nunca serán gravosos para nosotros, todo lo contrario, serán una herramienta poderosa contra la tristeza, la ansiedad, y la depresión.
AMÉN